El título de mi libro llegó como llegan a veces las mejores cosas y en el momento más inesperado o de sorpresa, o que llega por llegar nomás. Así como llego el principio de este libro. El principio de una historia que moría por contar pero que temía como empezar. Y sí, es que la verdad siempre me ha costado mucho comenzar y me refiero a todo de mi vida en general. ¯\_(ツ)_/¯
Dudé mucho tiempo esperando "el momento adecuado" y un 12 de febrero me cansé de esperar y me puse en marcha. No sé que me motivo ese día lluvioso, tal vez fue el hecho de que por primera vez en 22 años sentí que todo comenzaba a tener sentido o que simplemente yo tenía sentido para mí. No lo sé, tal vez fueron esos dos terroncitos de azúcar que se me atravesaron en el café amargo☕, tal vez fue esa dirección de 39 poniente, no sé y a estas alturas no me interesa saber. 🤔
Estuve mucho tiempo huyendo de esto, intentando aplazarlo, como suelo aplazarlo todo, hasta que note que siempre estuve lista, solo que no estaba segura como lo estoy ahora. Un día, que ya no recuerdo con certeza cuando fue, me prometí escribir un libro aunque solo fuese a leerlo yo misma. Pero cada que lo pensaba siquiera, lo veía tan imposible, tan utópico.📖📚
Fueron días pensando y dándole vueltas al plan de acción, al título, a la estructura que le pondría, a esto, a lo otro. Hasta que entendí que no estaba construyendo una casa donde se tuviera que tener un plan previo, sino, que si esto no salia de mí por si solo o si tenía que pensármelo demasiado no valía la pena, y créanme que yo sé con toda seguridad que para mí lo valía todo y que entonces lo demás salia sobrando. 🏡
El título llegó un día en que él dibujaba, cuando de repente a su color azul se le terminó la punta, buscó un sacapuntas en su mochila, pero se le cayó al suelo y se armó un desorden, algo muy habitual en él. No les diré nada más, ni tampoco el título que ese día vino hacia mí y que fue perfecto.😍
Armas☕✍🏻
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